Diseño digital: comunicar y persuadir

El diseño no es sólo la parte visual, el envoltorio más o menos atractivo de un contenido. El diseño es en sí un elemento que, si bien es cierto, debe establecerse en función del contenido, también debe responder a una lógica y una armonía (o caos) capaces de transmitir, de comunicar y de constituir el contenedor idóneo para el mensaje que queremos hacer llegar a nuestro público.

Así, hoy en día cobra especial importancia el diseño digital, no ya como una actividad más o menos relevante por su aportación estética y creativa, sino como toda una estrategia comunicativa con capacidad de seducir y de persuadir al receptor. En este sentido, me gustaría hacer especial hincapié en la relevancia del diseño como herramienta necesaria en la cada día más demandada tarea de digitalización de contenidos.

Libros, presentaciones corporativas, revistas, catálogos promocionales o manuales pedagógicos buscan actualmente su espacio en la era digital. No cabe duda que cada día son más numerosas las publicaciones de toda índole que nos llegan a través de una pantalla de ordenador o de un dispositivo móvil. Pues bien, el diseño digital tendrá la ardua tarea de darle sentido visual, armónico y jerárquico a la información. Otorgar de una lógica y de un guión al contenido, y además hacerlo de una manera llamativa y dinámica, que no interrumpa el corpus del mensaje, que mantenga el interés del receptor, que le sorprenda, que fomente su recuerdo y que sea capaz de seducirlepor la variedad de elementos con la que el mundo digital nos permite enriquecer nuestros contenedores. De esta manera, el diseño entendido como disciplina estratégica en la creación de nuestro mensaje, podrá ser el mejor aliado para captar y enamorar al receptor. Será, en fin, nuestro mejor valor añadido.

Menos herramientas y más concepto 

Cuando hablamos de diseño, es fundamental tener claro que es mucho más importante definir el concepto que dominar las herramientas. Éstas están sujetas a innumerables y vertiginosos cambios, además de que su uso está a la orden del día con innumerables tutoriales a los que podemos acceder fácilmente. Y, por supuesto, dependiendo de cada proyecto nos serán de mayor utilidad unas que otras. En cambio, el concepto es lo más complejo. Es el folio en blanco que debemos llenar con una jerarquía de elementos capaces de trasmitir el sentido de nuestro mensaje. 

La digitalización de contenidos a la que me refiero en este post, parte no sólo de ciertos elementos comunes al diseño como pueden ser el uso de espacios, formas o escalas, el empleo del color y la tipografía, el uso de la imagen y de demás iconos y símbolos gráficos, etc., si no de todo un mundo de posibilidades digitales que nos van a permitir crear espacios multimedia e interactivos. Espacios que cobrarán vida, espacios pensados para que el receptor interactúe con ellos, que sea capaz de controlarlos, incluso espacios hechos a medida para cada usuario, garantizando que la experiencia sea única y exclusiva. Y, por supuesto, serán espacios pensados para facilitarle los objetivos que persigue, como pudieran ser el proceso de compra de un artículo; la búsqueda de una referencia bibliográfica o el acceso a contenidos audiovisuales, etc.

En resumen, la era digital nos plantea un nuevo reto: el uso del diseño como un pilar comunicativo y un instrumento de marketing cuyo uso marcará la diferencia con nuestra competencia.

Como ejemplo de lo expuesto, os propongo esta presentación en PDF. Un trabajo bastante simple y sencillo, pero que lejos de mostrar el estatismo convencional de un PDF, entreteje multitud de elementos interactivos y multimedia que hará más atractivo y dinámico su uso, además de estar adaptado para todos los dispositivos e incluso para impresión y compartición. Un contenedor que expone de manera versátil y práctica nuestro contenido, y lo enriquece.